miércoles, 18 de mayo de 2022

Tres hoteles legendarios de Caracas

"En el Ávila es la cosa", fue el grito de fama del novedoso hotel


Símbolos de elegancia y prestigio, el Ávila, el Humboldt y el Tamanaco son parte importante de la memoria de Caracas, ciudad que siempre ha recibido a sus huéspedes con los brazos abiertos. El diseño arquitectónico de estas estructuras marcó tendencia en las zonas donde fueron construidos y les dio un carácter vanguardista que perdura

Por CECILIA TORRES


Revivir la historia de los tradicionales hoteles de lujo en Caracas significa trasladarse a épocas que caracterizaron el avasallante desarrollo del país, cuando el espíritu hospitalario del venezolano vivía con entusiasmo los adelantos económicos y sociales. Es disfrutar la narrativa de historiadores, arquitectos y cronistas, pues todos tienen algo que contar sobre el Ávila, el Humboldt y el Tamanaco, alojamientos que se mantienen como símbolo de elegancia.

La arquitectura de estos hoteles le dio definición a las zonas en las que fueron construidos, lo que los convirtió en verdaderos íconos. Son edificaciones hermosas y llenas de detalles. A los caraqueños les sería difícil imaginar San Bernardino, el cerro Ávila y Las Mercedes sin ellos.

El lujo es relativo 

Los primeros hoteles capitalinos comenzaron como posadas, que se fueron transformando según cambiaba la economía del país. 

El arquitecto Nikolajs Sidorkovs, citado en la web  caracascuentame.wordpress, relata que en 1857 militares estadounidenses que visitaban Caracas se alojaron en una posada situada en el terreno donde más tarde se edificó el Congreso Nacional. En 1882 se construyó el hotel León de Oro, entre las esquinas de Sociedad y Traposos, donde antes estaba un convento de padres dominicos.

En 1909 fue levantado el Gran Hotel, de Bolsa a Mercaderes. Se promocionaba en El Cojo Ilustrado como un establecimiento de estilo europeo, con muebles de lujo y alumbrado eléctrico. Allí se alojaron personajes importantes, como el inventor del teléfono Alexander Graham Bell y la bailarina Anna Pavlova.

En 1930, cuando se conmemoró el centenario de la muerte del Libertador, se inauguró el hotel Majestic frente al Teatro Municipal. Entre otras personalidades, allí se hospedaron los toreros Belmonte y Manolete, los artistas del Metropolitan Opera House de Nueva York y Carlos Gardel en 1935. Fue derrumbado para construir las Torres de El Silencio.

Ávila, un salto al futuro 

Llegamos a 1940, cuando el millonario estadounidense Nelson Rockefeller y sus socios fundaron la Compañía de Fomento Venezolana cuyo proyecto inicial fue el primer hotel moderno del país, el Ávila, inaugurado el 11 de agosto de 1942 en San Bernardino, urbanización recién creada en las afueras de la capital.

El arquitecto Wallace Harrison -que años más tarde diseñó el Lincoln Center de Nueva York- lo concibió como hotel de lujo. Ello incidió en el cambio de la actividad comercial y social de los caraqueños, que hasta entonces se desarrollaba alrededor de la plaza Bolívar y del Majestic.

El hotel Ávila vino a satisfacer la necesidad de alojar a los ejecutivos que llegaron al país a partir del boom petrolero. La familia Vollmer, dueña de la hacienda San Bernardino (que ya estorbaba para la expansión de la ciudad), decidió urbanizarla y encargó el proyecto al arquitecto y urbanista francés Maurice Rotival. Los Vollmer, los Boulton y Rockefeller reunieron 3 millones de dólares y construyeron el hotel en el sitio dispuesto por Rotival, al final de la avenida Washington, con muchos árboles y orientada hacia el cerro Ávila.

Esta hermosa estructura colonial fue el más lujoso hotel hasta la construcción del Intercontinental Tamanaco. Ambos se disputaban los mejores bailes y las actividades más atractivas. En la década de los cincuenta se popularizó el lema “En el Ávila es la cosa”, con el que se promocionaban las fiestas a las que asistían los miembros de la élite política, social y cultural.

La noticia más alentadora es que este hotel conserva su encanto y mantiene su estructura en buen estado. Tiene 113 habitaciones -entre individuales, dobles y suites-, equipadas con baño, climatización, balcón, Internet y TV por cable. Puede disfrutar de bar y restaurante, gimnasio, piscina, cancha de tenis y un centro de negocios, a 15 minutos del centro y con la posibilidad de visitar el Parque Nacional El Ávila.

En San Bernardino se construyeron después hoteles que se hicieron populares, como el Waldorf en 1944, el Potomac en 1948 y el Astor, en la plaza La Estrella.

Humboldt, la joya

Coronando el cerro Ávila, a 2.200 metros sobre el nivel del mar, se encuentra una impresionante edificación desde la que se puede ver en 360º el valle de Caracas, cuando las nubes lo permiten. Es el hotel Humboldt, al que se accede en teleférico tras subir unos 20 minutos. Solo con admirar el hermoso paisaje, el visitante se siente reconfortado.

El hotel, que lleva el nombre del sabio alemán, fue construido en ese lugar de tan difícil acceso en 1956, mientras gobernaba Marcos Pérez Jiménez. Se trata de una torre cilíndrica de 60 metros de altura, con 19 pisos y 67 habitaciones tipo suite. El diseño vanguardista es del arquitecto Tomás José Sanabria y los ingenieros Gustavo Larrazábal y Oscar Urreiztieta.

Este orgullo de la arquitectura venezolana formaba parte de un plan para unir Caracas con el Litoral Central. Fue construido en 199 días y se puso en funcionamiento un día antes de vencerse el plazo establecido para terminarlo. Funcionó los primeros cuatro años y fue cerrado porque se paralizó el teleférico.

Casi 50 años después, en 2018, fue reinaugurado tras una concienzuda reconstrucción que duró 6 años bajo la dirección del arquitecto venezolano Gregory Vertulio, quien conservó la imagen original y reforzó la estructura, remodeló las suites, áreas sociales, restaurantes, salones y cocinas y le agregó todos los avances tecnológicos y comodidades. Un interesante dato ecológico es que el uso de cristal y aluminio permite que el edificio se caliente con los rayos del sol y las ventanas basculantes se pueden limpiar desde adentro.

En la actualidad, los huéspedes disfrutan de amplios espacios sociales, piscina climatizada con vista al mar Caribe, bar, sauna y spa, la pista de baile giratoria (que fue tendencia en la década de los cincuenta) y el restaurante con lo mejor de la cocina francesa, con técnicas modernas y sabores venezolanos.

Tamanaco, el fotogénico 

En 1943, los miembros de la familia Eraso, dueños de las haciendas Las Mercedes y Valle Arriba, crearon con el ingeniero mexicano Gustavo San Román una compañía constructora para urbanizar la zona, entonces alejada de la ciudad. San Román incluía en su proyecto un hotel, dos estaciones de servicio, un colegio, el Valle Arriba Golf Club, la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe y el primer centro comercial de Caracas con el primer supermercado.

Poco después, al finalizar la II Guerra Mundial, los dueños de la línea aérea Pan American Airways decidieron abrir un hotel en cada ciudad a la que llegaba. El propósito era motivar a los estadounidenses a viajar. Se les aseguraba que serían atendidos en inglés y con la comida a la que estaban acostumbrados (hamburguesa y Coca Cola). A los de paladar aventurero se les prometía que podrían degustar platos nativos. El primer hotel fue Belém de Pará, en 1946, en Brasil. El 2 de diciembre de 1953 se inauguró, en la colina que se destacaba al final de la urbanización Las Mercedes, el Tamanaco Inter-Continental. En aquella época el plato nativo era el pabellón criollo. En la actualidad, el Tamanaco ofrece una amplia variedad de platos de la cocina nacional e internacional en sus acogedores restaurantes.

Obra del arquitecto Gustavo Guinand van der Valls, el Tamanaco fue reconocido como uno de los mejores hoteles del mundo. Siempre ha destacado por la decoración y ambientación de cada espacio, áreas verdes, lobby, habitaciones, suites, salones, tiendas y la hermosa piscina.

Desde su privilegiada ubicación se puede disfrutar de la vista del Ávila y gran parte del skyline de la ciudad.

El Tamanaco se convierte en uno de los íconos arquitectónicos de Caracas, desplaza al hotel Ávila y aloja a artistas, intelectuales, negociantes, constructores y protagonistas de la vida social norteamericana y europea. Con los años, ha sido objeto de ampliaciones que le han permitido modernizarse y adaptarse a las exigencias de cada época.

El proyecto original, que incluía 400 habitaciones y 42 suites, ha sido objeto de varias remodelaciones. Fue ampliado y actualizado en 1968 por los arquitectos Américo Faillace, Nelson Douaihi y Manuel Corao, que incorporaron 200 habitaciones y 28 suites, lo que modificó la planta original en “V” por otra en forma de “Y”.

En 1981 se encargó a Carlos López de Llarena el proyecto de ampliación de las suites de los extremos, sin alterar la volumétrica original. En la actualidad se ejecutan trabajos que convertirán en complejo el hotel para adecuarlo a los nuevos tiempos.

La reputación de buen servicio se mantiene y continúa siendo el preferido de intelectuales y celebridades. En 2005 fue declarado Bien de Interés Municipal de Baruta y dos años después se declara Bien de Interés Cultural.


Con espíritu renovado

¿Usted y su pareja se sienten agobiados por el ajetreo diario, los problemas o las obligaciones

de trabajo y familiares? ¿Qué mejor que tomar el auto, sin más documentación que la cédula y

la tarjeta de crédito, y rodar unos minutos, en lugar de recorrer horas de camino? Regálense

un fin de semana en uno de los hoteles que forman parte de la leyenda caraqueña y

aprovechen para renovar su alma y su cuerpo con una corta honeymoon y bastante descanso.

* Reserve con suficiente antelación para que no haya sorpresas.

* No se llenen de actividades. Contemplen un fabuloso atardecer caraqueño, disfruten de tomar unas copas o de conversar sin horarios.

* No empaquen mucha ropa.

* Pongan los celulares en modo avión y dispónganse a crear nuevas experiencias.

* Desayunen en la cama y ordenen una cena romántica a la luz de las velas.


Publicado inicialmente en la Revista La Lagunita Country Club

jueves, 27 de enero de 2022

Chocolate, arma de seducción



Transformado por manos expertas, el cacao se derrite en la boca y viaja con su dulzura hasta lo más recóndito del cerebro para proporcionar alegría, placer y energía.

¡Llega San Valentín!

 

¿Qué puede ser más excitante que saborear un chocolate relleno con algo delicioso, bajo la mirada atenta de quien te lo acaba de regalar? Un chocolate con forma de corazón es la expresión de amor más sencilla que se puede recibir, y si hablamos del 14 de febrero, el mensaje implícito es directo y varía en una escala que comienza con “me gustas” o “te aprecio” hasta llegar a “te amo”.

El Día de la Amistad o del Amor surge del acto de rebeldía de un sacerdote llamado Valentín, que incumplió las órdenes del emperador romano Claudio II, quien prohibía casar a los jóvenes soldados que debían partir a la guerra. El cruel destino del religioso desobediente se selló el 14 de febrero del año 270 de nuestra era.

La historia cuenta que mientras estaba prisionero, Valentín escribió cartas en las que expresaba su cariño a los jóvenes que había ayudado. Ellos decidieron recordar la fecha del martirio del santo que dio su vida en aras del amor, con el intercambio anual de notas cariñosas, que acompañaron con el correr de los años con almendras, flores y poemas.

Mucho más tarde, con el descubrimiento de América, el cacao que se cultivaba en lo que hoy es México llega a Europa para deleitar paladares. La leyenda indígena cuenta que la planta fue regalada a los hombres por el dios Quetzalcoatl. Su nombre científico Theobroma cacao significa en griego “alimento de los dioses”, de manera que esos frutos estaban destinados desde el principio a reinar por los siglos de los siglos.

Directo al corazón

Está demostrado que la mezcla del cacao procesado con ingredientes como jaleas, nueces o semillas causa una sensación de euforia y vigor, por lo que hay quien lo considera afrodisiaco.  Entre sus componentes destaca el triptófano, que se relaciona con un mayor flujo sanguíneo en las zonas del cerebro responsables de la percepción del placer.

El sabor y el aroma del cacao despiertan una respuesta emocional con efectos positivos inmediatos. Contiene magnesio, cromo y antioxidantes, que reducen el riesgo de ictus o de arritmias cardiacas, y su grasa no altera los niveles de colesterol, entre otros beneficios para la salud. Estudios recientes han determinado que el consumo regular de chocolate mejora la memoria en mayores de 50 años. Por supuesto, lo ideal es consumir el chocolate de alta pureza, es decir, por lo menos con 60% de cacao.

Romance chocolatero

Si ya en la Edad Media se usaba para combatir la impotencia y la infecundidad, no tiene nada de extraño que fuera incorporado a los regalos del Día de San Valentín, tradición que ha llegado a nuestros días con pocos cambios, aunque sí con novedosas técnicas de mercadeo.

El surgimiento de la imprenta en 1440 hizo más fácil elaborar las tarjetas con mensajes amorosos o amistosos a los que se agregaban dibujos alegóricos. En 1861, el inglés Richard Cadbury crea el chocolate sólido y siete años después lo vende, relleno con mazapán y cremas, en una caja de cartón con forma de corazón decorada con lazos y flores, la cual servía para guardar las cartas. No es difícil imaginar que las damas que recibieron tan dulce obsequio cayeron derretidas de amor y que los fabricantes en el resto del mundo supieron donde anidaba el éxito futuro.

Con el impulso de ese acierto comercial y de los sueños convertidos en realidad en los fogones de quienes trabajan para crear novedosas delicias con base en el cacao, el chocolate se reinventa cada día para mantenerse como el alimento preferido de dioses y humanos.

 

Felicidad en barra

*En Japón, la celebración del Día del Amor y la Amistad se convirtió, gracias a un excelente trabajo de mercadeo, en el boom del chocolate. Las mujeres lo obsequian a los hombres y a cada variedad se le asigna un significado de acuerdo con el tipo de relación entre ellos. Un mes después, los hombres retribuyen el regalo con más chocolate.

*En Pekín hay un parque temático dedicado al chocolate que permanece abierto en invierno.

*En Bruselas encontramos el Museo del Chocolate y el Cacao, donde se exponen más de 200 variedades, desde bombones tradicionales hasta los más innovadores.

 

Más que bueno

La palabra bombón proviene etimológicamente de la duplicación de bon, adjetivo que en francés significa “bueno”.

 

Por Cecilia Torres

Publicado originalmente en www.dulcear.com.

Enero 2020


miércoles, 26 de enero de 2022

El chocolate que impidió el cierre del convento... Delicias que incitan a la gula



La creatividad y el trabajo duro de las monjas clarisas del monasterio de Belorado, en Burgos, sorprende a los amantes del dulce y les permite autofinanciarse


Las monjas de clausura del monasterio dedicado a Nuestra Señora de Bretonera de Santa Clara, en Belorado, Burgos, España, decidieron tomar el toro por los cuernos y mostrar al mundo que en los conventos no solo se vive de oraciones y que no hay forma de quitarle la iniciativa a una mujer, por más servidora de Dios que sea. El motivo: contribuir con la rehabilitación de esa abadía, fundada en 1384, y ganarse la vida.

En el año 2000, la Junta de Castilla y León empezó la reparación del edificio y las religiosas andaban en plena ebullición de ideas para colaborar. No es que no tuvieran trabajo; al contrario, hacían dulces, pero no parecía suficiente para lo que comenzó como una pequeña basílica y ya cuenta con 32 celdas y una hospedería. Además, otras monjas tenían en la región pastelerías con ofertas similares y las clarisas no querían hacerles competencia.

Belorado, que en la actualidad tiene más de dos mil habitantes, conserva la ventaja de que desde el siglo XI es una estación en el Camino de Santiago. ¿Qué hacer? La ayuda llegó de la mano del pastelero de Lérida Manuel Morgades y la inspiración no podía ser otra que el “alimento de los dioses”, el chocolate.

Al rico mojito

Sin conocimiento previo sobre procesos, tecnología o mercadeo, pero con el éxito asegurado con la asesoría del maestro pastelero Paco Torreblanca, comenzaron con trufas de chocolate. 

Dos décadas después, las 12 clarisas producen anualmente cuatro toneladas de delicias gourmet, como trufas de varios sabores, rocas con barquillo, cerillas del sacristán, palitos, tabletas, bombones y perlas, que distribuyen en tiendas y pastelerías, catering y empresas de exportación. Con el tiempo se han diversificado y aceptan encargos para elaborar regalos de boda, comuniones o cestas de Navidad. También fabrican obsequios para clientes de hoteles y de restaurantes como el del chef Pedro Subijana (Akelarre, tres estrellas Michelin). Por supuesto, no han dejado de vender a quienes se acercan a la reja del monasterio, en tiendas gourmet de España y a través de la página web El Obrador del Convento. En Facebook están con el mismo nombre.

En el monasterio medieval, las monjas cumplen sus votos de castidad, pobreza, obediencia y clausura mientras usan tecnología de avanzada en cada fase para fabricar productos artesanales de alta gama. Con los ingredientes de máxima calidad que les suministran la casa francesa Valrhona y Exclusivas Perdiz, especialistas en pastelería, la creatividad de las hermanas Sion, Israel y Myriam causó recientemente sensación en la feria gastronómica más importante de España, Madrid Fusion. Allí, dentro del marco del Madrid International Pastry, presentaron “El obrador religioso” y sorprendieron paladares con las trufas con mojito. Todos querían probarlos. 

En Japón e Italia, el obrador es muy conocido por las trufas con cava, brandy y otros sabores. También ofrecen productos sin azúcar y sin gluten “con el mismo cariño y dedicación”, como lo aseguran en su página web.


Para leer

Las clarisas de Belorado viven en un monasterio medieval, pero tienen una mentalidad ágil y muy del siglo XXI. No hay que perder de vista que la orden promueve la educación, que la mayoría de las monjas se formaron en distintas áreas antes de dedicarse en cuerpo y alma a Cristo y que el emprendimiento chocolatero les ha permitido poner en práctica esos conocimientos. En las dos décadas de trabajo con cacao son muchos los experimentos y las pruebas que han realizado hasta obtener el resultado que deseaban.

Sor Myriam de Nazareth, pastelera de profesión y responsable del obrador, recogió su experiencia en el libro Las recetas de los postres y dulces del convento, publicado en 2015 por la editorial Now Books, con 70 preparaciones de tartas, bizcochos y postres de varias regiones de la península ibérica.

Una vez más, el éxito premia la constancia: periodistas especializados consideraron que se trata una de las doce mejores obras sobre la gastronomía española.

 

 Por Cecilia Torres

luisatorres@gmail.com

Publicado originalmente en www.dulcear.com

jueves, 20 de enero de 2022

Vinos y postres se confabulan para dar placer




La combinación de un vino con el postre o el queso adecuado puede convertir el final de una comida agradable en un momento glorioso que será evocado por el comensal cada vez que sus neuronas se activen con las notas que afloraron ese día. La pregunta es cómo acertar en la elección de la bebida, cuándo escoger un espumante, un tinto u otro caldo.

Lo ideal es que el comensal cree en total libertad sus combinaciones favoritas, luego de haber explorado y determinado los sabores, texturas y aromas preferidos. Eso le permitirá prolongar el placer del momento.

Los espumantes apuntalan el brindis cuando las palabras deben salir con cierta facilidad y chispa. El más célebre es el champagne, que con sus burbujas efímeras alebresta el paladar y con su aroma de almendras parece congeniar con cualquier postre. De Francia también llega el cremant cuyo precio es más accesible. Entre los que van muy bien hasta con las tartas más elaboradas destacan: el cava español, que combina maravillosamente con frutas naturales; en Italia se produce el franciacorta, el proseco y el asti (más dulce); en Argentina y Chile, el pinot noir; en California, Estados Unidos, los pink wines; en Canadá, el sparkling icewine y en Australia, los sparkling shirag. Todos valen para la sobremesa.

Un vino de hielo (ice wine o eisweinen alemán), que es dulce, puede acompañar un pastel de frutas o tomarse en lugar del postre. Para los helados hay varias opciones: por ejemplo, un sorbete cítrico va bien con ginebra, pero un helado de vainilla, mejor con un riesling. El maridaje puede ofrecer armonía o contraste, lo importante es que ningún sabor opaque el otro. Miro Popic, autor del Manual del vino, considera que el dulzor del caldo debe ser igual o superior al que está en el plato, a menos que se desee un maridaje por contraste.


Saber escoger Johana Impagnatiello -en IG @johanasommelier-, sommelier en Bodegas Pomar, es rotunda cuando se trata de concertar alianzas entre vinos y dulces.

“Con postres a base de frutas y cremas, tartaletas, bizcochos o cualquier preparación que contenga frutas en almíbar o crema pastelera, mi recomendación sería con un espumoso brut, para poder balancear el dulce y permitir que la efervescencia resalte el sabor. Si el postre tiene frutas cítricas, como un pie de limón o de parchita o una elaboración con naranja o mandarina, pudiésemos sugerir un espumoso demisec; la armonía en este caso, sería por complemento y se mantiene el equilibrio del dulce sin ser empalagoso. Yo utilizaría un espumoso con método tradicional cuyas burbujas son más finas y persistentes”.

Al armonizar postres elaborados con chocolate oscuro hay que tener cuidado con el vino tinto, dice. “Debemos elegir un vino de tanicidad media para que no compita con la astringencia del chocolate. Pudiésemos disfrutarlo con un caldo joven fresco, elaborado con tempranillo, malbec o syrah. Un vino fortificado, como el Oporto, sería la combinación ideal”.

Para platos de sobremesa elaborados con frutas frescas sin cocción, recomienda vinos ligeramente abocados con algo de acidez. Serviría un Pomar Frizzante blanco con postres de frutas cítricas o tropicales, o Pomar Frizzante rosado con postres de frutas rojas.


¿Y si el postre es el vino?

En el blog chokolatpimienta.com, la chef Vanessa Hernández nos regala una receta muy sencilla con la alianza perfecta y directa: sorbete de vino.

Para prepararlo solo hay que calentar media botella de vino tinto con media taza de azúcar y dos tazas de fresas; la mezcla se hierve 10 minutos a fuego fuerte. Luego se deja enfriar, se licúa, se cuela y se  pone en un envase para llevarlo al congelador, donde se deja hasta el día siguiente. ¡Delicioso!


Por Cecilia Torres

luisatorres@gmail.com 

Publicado originalmente en www.dulcear.com

Café y dulces, amigos por siempre





"¿Cómo lo quiere: con leche, espresso, cortado, moka, capuccino, guayoyo?"

 Dicen que en la variedad está el gusto y así ocurre al intentar armonizar café y postres. En principio, tomar una taza de café con algo dulce se disfruta con todos los sentidos, pues la combinación no deja a nadie indiferente. Lo ideal es equilibrar lo dulce con lo amargo.

Xótchil, autora del blog de lacafeografa.com, considera que en un buen maridaje los sabores no deben competir sino complementarse. Lo que procede –recomienda– es consultar al barista y probar para ampliar el paladar.

El experto Rubén Darío Rojas, embajador de Carbone Espresso y de la Accademia del Cafè, en Caracas, refiere que postres y cafés pueden armonizar por afinidad o por contraste. Por supuesto, el comensal siempre será libre de experimentar, pero el conocimiento del especialista tiene un valor añadido que no se debe desaprovechar.

Antes de entrar en materia recuerde que el agua con la que se prepara el café no debe hervir, solo llegar casi al punto de ebullición para evitar que se quemen los aceites esenciales. Por supuesto, usted escogió un producto de calidad cuyo proceso de siembra, cosecha, secado, tostado y molido son los más adecuados.

Comenzamos con el café espresso, el más fuerte, que con sus notas aromáticas de ahumados y frutos secos, armoniza de maravilla con los postres elaborados con chocolate. Es un clásico. También con tartas de frutas cítricas, limón, moras, parchita.

Una torta afrutada como la de zanahoria combina muy bien con un café con leche, de notas delicadas. En general, maridar frutas y café es un poco complicado porque, salvo las cítricas, se trata de sabores contrastantes. Así, una torta de naranja o un ponqué de limón van muy bien con café negro o con leche, todo depende del gusto individual. En cambio, el durazno no armoniza, “es hasta incómodo en la boca”, insiste Rojas. Cuenta que han hecho pruebas de coctelería y resultan en una misión imposible. Pero su memoria gustativa se agita de placer cuando recuerda la mezcla del carajillo tradicional con rhum orange: “Queda fabuloso”.

El café moka (con chocolate) se degusta mejor en solitario.

Las frutas confitadas y las nueces ofrecen una agradable combinación con café. Un especial que enamora es una tarta alpina de nueces con un espresso o un colado.

Cada maridaje de café tiene sus fanáticos. Por ejemplo, hay quienes afirman que el café con leche armoniza con postres que lleven frutas de suave sabor o vainilla y que con tiramisú es ideal porque potencia su sabor. Otros prefieren el cortado, café con un toque de leche que le quita amargura, que va bien con un brownie, torta Sacher o galletas con chispas.

El café claro –llamado americano o guayoyo– agradece un postre con coco y nueces o unas donas.

De todos modos, nunca olvide que la libertad de elegir siempre es una opción.

 

Para quedar como una reina (o rey)

Si quiere recibir elogios de sus invitados con un dulce que los sorprenderá, Rubén Darío Rojas sugiere un affogato (ahogado, en italiano), postre de pocos ingredientes, a base de helado, café y licor. Aquí se presenta una armonía por contraste entre texturas y temperaturas, lo cremoso del helado y lo líquido del café.

Rojas lo prefiere con helado de dulce de leche, aunque el clásico es el de vainilla (no debe usar frutales muy ácidos, ni los de agua tipo sorbete).

La receta es sencilla. Haga un café espress doble. Coloque la bola de helado en una taza cuando el café esté listo. Cubra con el café caliente y el licor y, si lo desea, espolvoree con canela o frutos secos picados. Lo ideal es servir cada ingrediente por separado para que los comensales los mezclen a su gusto, y a disfrutar.

 

Por Cecilia Torres

luisatorres@gmail.com 

Publicado originalmente en www.dulcear.com


Sin buenos pensamientos no hay dieta que valga




La mejor dieta se basa en mantener buenos pensamientos sobre los alimentos y sobre tu cuerpo. Te damos la clave para lograrlo


Este año cumples una década de tu egreso como profesional de una universidad prestigiosa. Ya comenzaron los preparativos para la celebración y la ansiedad empieza a ser parte de tu día a día porque quieres verte muy bien ante tus colegas.

Algunos recursos cosméticos servirán para reparar ciertos descuidos dermatológicos, pero el espejo te reclama por el aumento de peso detrás del que te escondes para ocultar el dolor por la pérdida de aquel amor que te robó la autoconfianza. ¿Qué haces con esos kilos que no has podido quitarte a pesar de que cada semana empiezas una dieta?


¡Cambia esa actitud!

Deja de criticarte. Esa conducta te induce a comer para distraerte e intentar olvidar la experiencia que consideras fracaso. Esa es una forma en la que el pensamiento te hace engordar, pero debes saber que existen métodos para afrontar el problema.

La psicóloga y coach nutricional Alejandra González, experta en dietética y nutrición (IG: @mimentefit FB: @mimentefitoficial Youtube: mi mente fit),

se refiere a la biodescodificación como una de las técnicas recientes para el abordaje de la obesidad crónica, considerada un síntoma y no una enfermedad que limita la efectividad de dietas y ejercicios.

“Se busca que el paciente entienda el mensaje que expresa su cuerpo a través del sobrepeso y qué bloqueos mentales y emocionales esconde. Cuando descubra el conflicto no solucionado podrá trabajar los pensamientos irracionales asociados y perderá la grasa que lo protege de lo que considera amenaza emocional”.


Cinco claves para cambiar

Alejandra precisa los pasos comunes para trabajar la modificación del pensamiento.

1. reconocer, entender lo que ocurre y que hay que actuar

2. identificar el conflicto y porqué lo interpretas como amenaza

3. aceptar, ver objetivamente el problema sin aferrarte al malestar

4. perdonarte y dejar de sufrir por lo que pasó

5. soltar, hablar del conflicto sin que te altere, vivir sin miedo.

 

-¿Si te obsesionas con tu cuerpo, engordas más?

- La verdad es que todos nos vemos hoy sometidos a una necesidad constante de aprobación, creada por los medios y las redes sociales. Esto ha generado frustración y, en muchos casos, obsesión por conseguir la perfección dejando de lado la salud física y emocional. Eso está mal.


-¿Es un problema solo de mujeres?

- No, aunque la prevalencia es mayor en mujeres por causa de nuestra biología. Tendemos a almacenar más grasa, que usamos para proteger la fertilidad y que es parte activa de las curvas femeninas. Además, conectamos más con la emocionalidad. Pero ellos sufren del mismo problema, solo que lo expresan en menor medida para no ser tildados de débiles.


Obesidad emocional

¿Sabes por qué algunos se refugian en la comida cuando sienten ansiedad o depresión? El primer placer en la vida es comer. Es un sentimiento atávico. La alimentación representa el apego a la madre. Entonces, cuando estás nervioso lo primero es buscar un bocadillo, y si no resuelves tus problemas emocionales seguirás recurriendo cada noche al refrigerador.

Solución: averigua la causa y afróntala. Ejercítate, camina, busca un hobby. Encuentra a alguien con quien hablar o visita a un terapeuta. Si no puedes alejarte de la comida, reemplázala. En vez de papas fritas, come verduras.

 

Un testimonio positivo

“Me hubiera gustado tener esta información hace 25 años, en mi adolescencia, cuando tuve un sobrepeso importante que me costó superar en su momento, perdonar, soltar y no centrar todas mis emociones en la comida. Desde que lo comprendí, nunca más tuve problemas con mi peso”. Paciente de @mimentefit


Puntos de vista

La autocrítica negativa te hace sentir mal y buscas comida para distraerte y olvidar. Te sientes mal también por eso y se convierte en un círculo vicioso. Es una forma en la que el pensamiento te hace engordar. Escribe un diario para ver el problema desde otra perspectiva

 

Dieta no, moderación

El cuerpo se prepara para pasar hambre cuando piensas en dieta, precisa el portal www.euroresidentes.com. Si piensas que estás comiendo de más, el organismo reacciona como si estuviera en emergencia porque teme que no recibirá suficiente alimento y acumula reservas.

 

Si encuentras el origen del porqué comes tanto y curas la emoción, tu cuerpo responderá

 

Para adelgazar sin perjudicar la salud, disfruta la comida en porciones moderadas y de modo equilibrado

 

¿Sientes ansiedad? Calma la mente, medita. ¿Te falta fuerza de voluntad? Racionaliza tu hambre

 

Concienciar el rechazo que sientas por ti mismo, expresar las emociones, darte valor, llenarte de pensamientos positivos, aceptarte y aceptar a los demás te permitirá restablecer el equilibrio

 

Por Cecilia Torres

luisatorres@gmail.com 

Publicado originalmente en la Revista Arrocha,

Ciudad de Panamá


Reanuda el ejercicio sin frustraciones

 

 


 


Estar en forma es el primer requisito para ser feliz”, aseguraba Pilates.

Aquí encontrarás razones para volver a mover el cuerpo


Si eres de los que tiene el ejercicio como disciplina para ganar salud, verte mejor, mantener el peso y eliminar estrés, y de pronto ocurre algo que te impide hacerlo, puedes tener la seguridad de que, sin importar el tiempo transcurrido, siempre estarás en ventaja sobre los sedentarios para recuperar la forma.

 

Pero, ¿qué significa estar en forma? El Departamento de Salud y Servicios Sociales de Estados Unidos lo define como “la habilidad de realizar una actividad física a diario de manera vigorosa sin fatiga excesiva”. Es decir, estás en forma cuando todos los aparatos y sistemas del organismo funcionan bien.

 

Ese buen funcionamiento se obtiene llevando una vida sana, lo que incluye el deporte, que te da sensación de seguridad, satisfacción, autocontrol y relajación y genera agilidad y fuerza.

 

Solo hazlo

Efraín Calderín (IG @efraincalderin03) es licenciado en Educación Física de la Universidad de Panamá y coach de Heron Baseball Academy en Ciudad de Panamá, de manera que tiene conocimiento y experiencia sobre lo que ocurre cuando dejas de hacer ejercicio.

 

-Nos pasa a todos -asegura-. En algún momento dejamos la actividad con mil excusas. En dos semanas se pierde mucha de la condición física que se adquirió en meses de trabajo. Por eso el ejercicio debe ser un hábito. Puedes dejarlo uno o dos días, y entretanto haces algo para que el corazón bombee más sangre. Puedes caminar con el perro, bailar. Lo importante es planificar.

 

El ejercicio debe estar acorde con tus necesidades personales, características físicas y edad, aparte de tus preferencias. Es conveniente realizar un examen médico antes, para evitar inconvenientes.

 

Un paso a la vez

Calderín sugiere reanudar progresivamente y aumentar poco a poco la intensidad, frecuencia y duración de los ejercicios: “Hay que dejar que el organismo de vaya acomodando al esfuerzo. Lo conveniente es ejercitarse diariamente, aunque sea media hora. No se debe llegar al agotamiento”.

 

-¿Cuesta mucho volver a empezar?

-Hay dos palabras fundamentales para todos, desde un adolescente hasta un adulto mayor: sacrificio y disciplina. Si tienes hijos o trabajo y te falta tiempo, busca unos minutos. Si padeces una enfermedad, habla con tu médico. Hacer ejercicio debe ser parte de la vida desde que te levantas, aunque a veces sucumbas a la pereza o a las obligaciones.

 

“Si tienes un objetivo claro con tu salud, deber ser disciplinado. No hay excusas. Tienes parques o montañas cerca, úsalos”.

 

-El primer paso para retomarlo es el más difícil. Si no eres activo tienes que pedir a alguien que te ayude, pero la motivación está en uno, en la intención de hacer un cambio, y al final te das cuenta de que es una responsabilidad personal. En ese proceso se va haciendo una cultura de vida.

 

¿Atletas o deportistas?

No se puede comparar un atleta de alto rendimiento con un deportista. Los atletas dejan de entrenar, y las primeras cuatro semanas tienen un declive de 10% en el factor VO2 máx. (máxima cantidad de oxígeno que se usa en el ejercicio), que seguirá disminuyendo más lento. Los que no son atletas, en cambio, ven caer su VO2 en menos de ocho semanas al nivel que estaba antes del entrenamiento. “Cuanto más en forma estés más lentamente perderás lo ganado”.

 

Calderín apunta que los atletas se dedican ciento por ciento a su actividad porque es su futuro, su vida. “Son considerados súper humanos. Los deportistas lo hacen por salud, para estar fuertes, bajar de peso, liberan endorfinas y se sienten felices. Un gimnasio es un lugar de paz”.


La importancia de estar bien

Estar en forma mejora tu salud, y hacerlo por mucho tiempo ofrece muchas ventajas, entre otras, reduce el riesgo de afecciones cardiacas, de presión arterial alta, diabetes y algunos tipos de cáncer. Puedes controlar el peso, duermes mejor, alivia el estrés, la depresión, los problemas de espalda y aumenta el nivel de energía. Para conservar esos beneficios es preciso que continúes con los ejercicios. Tu objetivo debe ser mantener el compromiso de estar en forma por el resto de tu vida.


No esperes más

Efraín Calderín recomienda elaborar un plan de mantenimiento físico que puedas cumplir. “A un adulto mayor que toda su vida hizo ejercicio no le va a costar levantarse a las 5am. Sea hombre o mujer. Es más duro para los que no están acostumbrados. Si eres joven y sedentario debes empezar más suavemente”.


Camina, sube escaleras, elige la actividad que te guste, que sea fácil, que no puedas usar excusas

 

Con la práctica del ejercicio regular ganas más agilidad, más productividad y más energía física y mental

 

¿Ya te decidiste? Empieza poco a poco y ve aumentando la intensidad para ganar resistencia y fuerza. La persistencia es clave. Haz bien los ejercicios. Descansa para que tus músculos se recuperen

 

Por Cecilia Torres

luisatorres@gmail.com 

Publicado originalmente en la Revista Arrocha, Ciudad de Panamá


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